Asignación de roles familiares, fomentan valores en los hijos

“El feminismo no me alcanzo para repartir las tareas domesticas, la verdad, esa idea no pasó por la cabeza, creía que la liberación consistía en salir al mundo y tener encima los deberes masculinos, pero no pensé que también se trataba de delegar parte de mi carga”. Isabel Allende, cita el anterior texto en su libro la casa de los espíritus, y facilita hacer una reflexión de lo que en la actualidad afrontan las parejas dentro del hogar. Es un texto elocuente para mujeres y hombres, cuando se trata de la reciprocidad en el aprendizaje y el ejercicio de los roles familiares. Ser flexibles, compartir los roles dentro del hogar, es una forma de solidaridad que la realidad nos impone.

Cada vez que se comparte con padres, su primera afirmación es “no existe un manual para ser padres”, a través de los años, el compartir experiencias y confrontar desde la academia con el aprendizaje vivencial, es motivo para manifestar que estamos llamados a formar una cultura equitativa, donde hay razones de ganancia que valen la pena reflexionar.

La asignación de roles y compartirlos, es una forma de motivar y fortalecer los vínculos familiares, al establecer buenos canales de comunicación, se da la oportunidad de compartir más tiempo en pareja y con modelamiento se transmite formación de valores en los hijos.

Con seguridad, si utilizo los términos sobre protector, autoritario, permisivo, democrático, pasa por la mente las reuniones de padres, cuando citan los jardines o colegios y presentan los diferentes estilos de padres, pero realmente se ha cuestionado que tipo de padre o madre es? Y viene nuevamente el interrogante inicial, ¡Cómo!, ¿ si no existe manual alguno que enseñe a ser padres?.

Efectivamente se sabe que no existen los “súper padres”, pero si existen los padres y madres que saben que el afecto se da y se recibe, que tanto su vida como la de los hijos, son un continuo proceso de formación y ayuda mutua, entienden y se esfuerzan por ser compañeros en este proceso.

Cuando en la pareja se facilita la comunicación, con seguridad los hijos aprenden el valor del dialogo y la amistad, donde se puede compartir temas en particular y siempre se tendrá esos oídos que están dispuestos a escuchar y el sabio consejo que permitirá continuar a pesar de la adversidad.

Cuando se comparten labores, los hijos encuentran el significado de la solidaridad, el apoyo, respeto, reconocimiento, participación al saber que ocupan un lugar importante, generando seguridad, autonomía, organización, valoración por sí mismo y los demás, entre muchos valores más.

Por lo tanto, la invitación es a ser cada día mejor ser humano, reflexionar sobre ¿cómo esta la relación dentro del hogar?, ¿cuál es el mensaje que esta transmitiendo a los hijos?.

Tenemos dos alternativas, somos padres o somos hijos, pero igual se forma parte de una familia y desde cualquiera que sea el rol que se desempeña dentro de esa familia, se esta construyendo país, a veces nos quejamos sobre como esta el país, sin darnos cuenta quienes lo formamos.., la propuesta es a ser y formar mejores seres humanos.